Tensión diplomática en América Latina: Congreso de Perú declara “persona non grata” a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum por asilo a exministra

Lima, Perú – 7 de noviembre de 2025 – El Congreso de la República peruano aprobó este jueves una moción para declarar “persona non grata” a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en respuesta al asilo político concedido por su gobierno a la ex primera ministra peruana Betssy Chávez. La decisión, aprobada con 63 votos a favor, 34 en contra y dos abstenciones, califica la acción mexicana como una “inaceptable injerencia en asuntos internos” del país andino.

La moción, impulsada por congresistas como Ernesto Bustamante, Alejandro Aguinaga y María del Carmen Alva, surge en el contexto de tensiones históricas entre ambos países, exacerbadas desde 2022. Ese año, el expresidente peruano Pedro Castillo –aliado ideológico del entonces mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador– intentó disolver el Congreso en un fallido golpe de Estado, lo que derivó en su detención y en el ascenso de Dina Boluarte al poder. Chávez, quien fungió como última jefa del gabinete de Castillo y ministra de Trabajo, fue destituida tras el incidente y enfrenta cargos por rebelión y conspiración, con una posible pena de hasta 25 años de prisión.

Desde el pasado lunes, Chávez se refugió en la embajada mexicana en Lima, donde el gobierno de Sheinbaum inició el procedimiento para otorgarle asilo político, argumentando “irregularidades en su proceso judicial” y apego a la tradición mexicana de refugio diplomático. Esta medida provocó que Perú rompiera relaciones diplomáticas de manera unilateral el 3 de noviembre, una decisión que Sheinbaum calificó de “desproporcionada” y “excesiva”, enfatizando que México actúa “en estricto apego al derecho internacional” y sin intervenir en la soberanía peruana.

Durante el debate en el Pleno del Congreso, el congresista Bustamante –vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores– arremetió contra Sheinbaum, acusándola de tener “una estrecha relación con el narcotráfico” y de “encubrir” a figuras involucradas en el intento de golpe. “No podemos permitir que una persona así se meta en problemas peruanos”, declaró, recordando que la Doctrina Estrada –pilar de la política exterior mexicana que rechaza intervenciones en otros Estados– se ve violada por esta acción. Por su parte, el presidente interino del Congreso, Fernando Rospigliosi, subrayó que las declaraciones previas de Sheinbaum en defensa de Castillo “desprestigian a la nación peruana”.

No toda la bancada congresal respaldó la medida. La legisladora Ruth Luque, del Bloque Democrático Popular, criticó la declaración y defendió el asilo como un acto humanitario, alineado con el derecho internacional. En México, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco Álvarez, reiteró en conferencia de prensa que el asilo a Chávez responde a una “larga tradición diplomática” y no afecta el ámbito consular o comercial bilateral, que se mantiene intacto pese a la ruptura.

La declaración de “persona non grata” –regulada por la Convención de Viena– tiene implicaciones principalmente simbólicas y diplomáticas para jefes de Estado en funciones, ya que no impide viajes oficiales ni genera expulsiones inmediatas, pero sí marca un quiebre profundo en las relaciones. Este no es el primer roce: en 2022, el embajador mexicano en Perú fue declarado non grata y expulsado por asilo a la familia de Castillo, y el propio López Obrador recibió similar sanción del Congreso peruano.

El conflicto llega en un momento delicado para la región, con ambos países como miembros de la Alianza del Pacífico. Mientras Perú insiste en que el asilo a Chávez equivale a un “delito común” y no político, México apela a principios de no intervención y espera restablecer la “normalidad diplomática” en el futuro, reconociendo los “históricos lazos de amistad” entre naciones. Este viernes, el gobierno peruano podría anunciar si concede o no el salvoconducto a Chávez para su salida, lo que podría escalar aún más la disputa.

Analistas advierten que esta escalada podría afectar la cooperación en comercio, seguridad y migración, en un contexto donde América Latina enfrenta desafíos comunes como la inestabilidad política y el narcotráfico. Por ahora, el eco de “¡A Perú se le respeta!” –lanzado por congresistas durante la sesión– resuena como un recordatorio de las frágiles dinámicas diplomáticas en el continente.