Hombres armados desatan enfrentamiento con policías de Monterrey de más de 40 minutos.
Monterrey, N.L. – 3 de octubre de 2025 – La madrugada de este viernes dos hombres armados irrumpieron en la quietud del Centro de Monterrey con un ataque directo contra una patrulla policial, desatando un enfrentamiento que duró más de 40 minutos y convirtió calles icónicas en un campo de batalla urbano. ¿Qué se sabe hasta ahora de este episodio que ha dejado a vecinos y autoridades con el corazón en la garganta?
El Inicio del Infierno: Un Ataque Inesperado
Todo comenzó alrededor de las primeras horas del día en el cruce de calle Aramberri y avenida Benito Juárez, un rincón vibrante de comercio y vida cotidiana. Una unidad de la Policía de Monterrey, en rutina de vigilancia, se convirtió en blanco de fuego cruzado cuando los sospechosos abrieron fuego sin piedad. Las detonaciones iniciales rompieron el silencio, alertando a residentes que, desde sus hogares, escucharon el eco del terror propagándose por cuadras.
Lo que siguió fue una persecución frenética: los agresores, en un acto de audacia desesperada, huyeron serpenteando por las arterias del centro. Uno de ellos, en un movimiento cinematográfico pero letal, escaló los techos de negocios cercanos para continuar disparando contra los oficiales desde las alturas. El intercambio de balas se extendió como una sombra maligna, sembrando pánico entre comerciantes que cerraron sus puertas a toda prisa y familias que se resguardaron bajo mesas, rogando por el amanecer.
Refuerzos y el Fin de la Pesadilla
La magnitud del asalto activó un despliegue masivo: refuerzos de la Policía de Monterrey se unieron a la refriega, respaldados por la Guardia Nacional y la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI). Maniobras tácticas de contención –desde bloqueos viales hasta avances coordinados– pusieron fin al caos. Ambos hombres fueron detenidos sin bajas reportadas entre los uniformados, un alivio en medio del horror. En su poder, las autoridades aseguraron dos armas cortas y un arma larga, reliquias humeantes de la violencia que aún investigan.
La zona quedó sellada como una escena de crimen: acordonada por completo, peritos de Criminalística y Servicios Periciales barrieron cada rincón en busca de casquillos, huellas y pistas que fortalezcan el caso. Vialidades como Juárez permanecieron cerradas por horas, un recordatorio palpable de cómo la inseguridad puede paralizar una metrópoli.
