Cardio: la clave científica para revertir la edad biológica

 

Envejecer es inevitable, pero la forma en que envejecemos depende en gran medida de nuestros hábitos. Hoy la ciencia distingue entre la edad cronológica —los años que marca el calendario— y la edad biológica, que revela el verdadero estado del organismo. La buena noticia: diversos estudios señalan que la práctica regular de ejercicio cardiovascular puede retrasar e incluso revertir la edad biológica.

 

El corazón, un marcador de longevidad

 

“El VO₂ máx, que mide la capacidad del organismo para usar oxígeno durante el ejercicio, es uno de los predictores más confiables de longevidad”, explica el cardiólogo Peter Attia, autor del libro Outlive. Personas con alta capacidad aeróbica tienen hasta cinco veces menos riesgo de mortalidad prematura que aquellas con baja condición física, según investigaciones publicadas en Journal of the American Medical Association (JAMA).

 

Juventud desde las células

 

Más allá del corazón, el cardio estimula la biogénesis mitocondrial, es decir, la creación de nuevas “plantas de energía” celulares. Esto se traduce en mayor vitalidad, mejor regulación de glucosa y reducción de la inflamación crónica, un factor clave en el envejecimiento acelerado.

Un estudio de la Mayo Clinic demostró que entrenamientos aeróbicos regulares mejoran la expresión genética y protegen los telómeros, estructuras del ADN que se acortan con la edad.

 

Los tres tipos de cardio que rejuvenecen

 

• Zona 2 (moderado): trote suave, caminata rápida o bicicleta ligera. Fortalece mitocondrias y genera resistencia duradera.

 

• HIIT (intervalos de alta intensidad): sesiones cortas de sprints o entrenamientos explosivos. Elevan la hormona de crecimiento y estimulan mecanismos antiedad.

 

• Actividades recreativas: nadar, bailar o hacer senderismo. Además de mejorar la salud física, reducen el estrés, otro acelerador biológico.

 

Más que ejercicio, una inversión en juventud

 

David Sinclair, investigador de Harvard y referente en longevidad, señala que la actividad física es “la intervención más poderosa y accesible” para mantener la edad biológica baja. Practicar cardio de manera regular no solo protege el corazón, también rejuvenece a nivel celular y cerebral, sumando años de vida… y de calidad.